viernes, 6 de enero de 2012

CARTA A LOS REYES MAGOS



Queridos Santos Reyes ó Reyes Magos:


Les extrañará que les escriba hoy 6 de Enero,  pero  quiero  aclararles  ciertas  cosas  que me han ocurrido desde el día primero de este mes, cuando lleno de ilusiones les hice mi cartita en la que les pedía un tren eléctrico, una bicicleta y un traje de pelotero.


Como  nunca me  destrocé  el  cerebro estudiando todo el año, tanto que no sólo fui el primero en mi clase, sino que obtuve  la  mejor  nota  de  toda  la  escuela donde estudio.  No  los voy a engañar,  pero  no  hubo  nadie  en  el barrio que se portase mejor que yo con mis padres, con mis hermanos, con mis amiguitos y con los vecinos. Hacía mandados, ayudaba a los ancianos a cruzar la calle,  y  no se presentaba nada que estuviera a mi alcance que yo no hiciera por la humanidad.

¡Pero  qué  huevos  tan  azules  tienen ustedes! Dejaron debajo de mi cama un pinche trompo, una corneta y un par de calcetines.  ¿Pero qué carajo se han llegado ustedes a pensar, trío de mal paridos?  O sea que me  han  agarrado  de  su  pendejo  durante  todo  el año y todo  para salirme con una cagada de este tamaño!

Y  no  conformes  con  eso,  al  hijo  de  la  vecina,  a  ese  mierda  sin  educación,  malcriado y desobediente  que  no  se  puede  entrar  a  su  casa  por  la  cantidad  de  juguetes  que  tiene regados por todas partes, a ese cabrón SÍ le trajeron todo lo que les pidió.

¿Cómo  no  va  a  estar  de  la  chingada  éste  país con unos Reyes tan falsos como ustedes?

Eso sí, no dejen  de  venir  el  año que viene, por que voy a entrarles a pedradas a sus pinches animales  para que se espanten y tengan que chingarse a pie como yo, ya que la bicicleta que les pedí, era para ir a la escuela que queda hasta casa de la chingada.

Y  no  quisiera  despedirme  sin  antes  mentarles  la madre a los tres. Ojalá que los acusen de terroristas, los fusilen,  les  den  silla  eléctrica  o  la  guillotina,  sobre  todo  al pinche negro del Baltazar  a  quien  va dirigida mi carta. Bien me decía mi madre: "Hijo, no te fíes de los negros porque siempre la cagan".  Pero  les  advierto  que  el  año que viene van a saber lo que es un muchacho malo y cabrón, y entonces voy a firmar mi carta como Pepito El Cabrón.

A TE N T A M E N T E



Pepito (el que se quería reformar).

P.D. Ya pueden pasar por el pinche trompo, la corneta y los calcetines para que se los metan por el culo!


C.c.p. Santa Claus