lunes, 16 de julio de 2012
¿QUE LE PASÓ A NUESTRA BANDERA?
Estimados cancunenses:
Recuerdo que hace ya algunos años, durante la gobernatura de Mario Villanueva Madrid y la presidencia municipal de Carlos Cardín, diariamente, a través de mi programa de radio, yo solía insistir acerca de que en algún lugar de Cancún se debería colocar un asta bandera para que en éste lejano rincón del país, nuestra bandera fungiera como un símbolo de pertenencia para todos los mexicanos, y que también sirviera como una prueba ante todos los turistas extranjeros, del gran cariño y amor que los mexicanos tenemos por nuestra bandera y por nuestra patria. Una bandera que sirviera como señal de que sin importar desde dónde la vieras, uno sabría que ésto es México!
Muy romántico mi pensamiento, sin embargo día tras día estaba friegue y friegue por la radio hasta que un día, para mi sorpresa, empecé a ver los resultados de mi terquedad. Muy cerca del antiguo Carlos N Charlies, construyeron un pequeño monumento con un asta como de unos 15 o 20 metros de alto cuando mucho, con una bandera que bien podría yo haber sacado de un portafolios. Me sentí desilusionado por el diminuto tamaño de tan importante símbolo, ni siquiera se veía desde el Puente Calinda, pero también me sentía muy emocionado y sorprendido por los alcances que había tenido "mi caprichito".
No quité el dedo del renglón. Seguí con mi campaña por tener una bandera de tamaño "decente", como las que ya había en el Zócalo y Campo Marte del D.F., o como las que ya se habían inaugurado en Tijuana, Ciudad Juarez y Veracruz. ¿Acaso Cancún era menos y no se la merecía? Cancún limita con el Mar Caribe! Es el final de la masa continental de nuestro país! Claro que Cancún merecía tener una bandera monumental!
No pasaron más de 15 meses cuando llegó una inmensa grúa la cual, con equipo especial y a unos pasos del asta original, empezó a horadar un tremendo hoyo de varias decenas de metros de profundidad. Como en ése entonces yo trabajaba en la zona hotelera, diariamente me daba perfecta cuenta de cada pequeño avance de la obra. En aquellos años, solía trabajar de animador en un barco y sabiendo que a bordo del barco yo tenía que cambiarme de ropa para poder trabajar, casí nunca me ponía ropa decente, de vestir. Siempre iba con shorts, una camiseta y sandalias.
Pasó el tiempo y luego de algunas semanas en las que la obra parecía ya estar totalmente terminada, el broche de oro, la bandera monumental, no aparecía. Cierto día al dirigirme hacia mi trabajo, como a eso de las 5 de la tarde, pasé por ahí y oh sorpresa! Estaban varios camiones militares, un centenar de soldados, una banda de guerra, muchísimos coches y camionetas estacionadas sobre las banquetas, un pequeño templete y una gigantesca bandera que necesitaba mas de veinte personas tan solo para cargarse. Era ENORME! Yo tenía que estar ahí!
Donde pude estacioné mi coche y corrí hacia el asta. Toda clase de personalidades estaban ahí, el gobernador, el presidente municipal, los más picudos de la Marina, Armada y Fuerza Aérea de la región, hoteleros y un largo etcétera. El que más informal iba llevaba guayabera y pantalon de vestir, y yo ahí, con mis shorts, camiseta y sandalias! Ja! Me aguanté la pena y respetuosa y orgullosamente ví como izaban esa belleza. Escuchando y cantando el Himno Nacional, no pude evitar el derramar unas lagrimas. Que incomparable orgullo!
Una vez que la bandera monumental fue izada, y sin saber como fue que me reconoció, me sorprendió el Gobernador Mario Villanueva quien sin pelos en la lengua y de la forma más casual se acercó y me dijo; "Ahí está tu bandera, pa' que dejes de estar chingando!" Creí que me estaba reclamando, pero al ver su característica sonrisa socarrona supe que era broma. Me dió la mano al igual que Don Carlos Cardín y contrario a mis deseos, les agradecí efusivamente pero tuve que salir corriendo para llegar a mi trabajo. Sin duda fue un gran día! Me sentía francamente orgulloso!
Hoy, no puedo mas que sentir pena por el abandono en el que está nuestra asta. Seguramente funciona, pero son tan pocas las veces que izan a nuestra bandera que seguro tienen que echarle una buena dosis de aceite para que funcione apropiadamente. Sé de buenas fuentes que las banderas, porque son dos, que se utilizan en Cancún, son resistentes a la intemperie. Resisten los rayos del sol, la lluvia y vientos moderados. Estoy consciente que cuando hay nortes o "suradas" y los vientos arrecian, lo más lógico es arriarlas para que no se desgarren. Sin embargo cuando los días son perfectos, tampoco la izan! Francamente se me hace una pena que tan bello elemento de patriotismo y amor por nuestro país, el cual es incluso, un atractivo turístico, permanezca guardada 360 días del año. Eso sin mencionar el gran gasto que debe de haber significado la construcción del asta monumental y su mantenimiento. Todo para que permanezca guardada en un cajón.
Les invito a que juntos logremos que nuestra bandera ondée a toda asta el máximo de días del año posibles. Los cancunenses y todos los mexicanos lo merecemos!
Si tú trabajas en la zona hotelera, te pido sacarle una foto al asta diariamente. Si puedes agregarle la fecha a la foto, mucho mejor! Yo me encargaré de redactar una solicitud y hacérsela llegar a las autoridades implicadas para lograr que nuestra bandera regrese a donde debe estar, ondeando a toda asta!
Juntos lo podemos lograr!
Muchas gracias.
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