Admito que hasta hace unos años, siempre caía yo en la trampa de "entrarle al redondeo", "donar mi cambio" ó de darle "una moneda a este pobre ciego", pero después de que mi madre, ferviente creyente del Espirítu Santo, me aconsejo no darle nada de limosna a nadie, fué que me puse a investigar más a fondo. Ahora, no crean que soy un ávaro desalmado que no se compadece de nada ni de nadie, eh? Simplemente soy más cauto a la hora de ayudar y trato de ayudar a quien VERDADERAMENTE LO NECESITA.
Si nos damos cuenta, la mayoría de las personas que andan por las calles pidiéndo limosna son personas 100% aptas para trabajar. Muchos ni siquiera son de la tercera edad y muchos otros no presentan ningún defecto físico que les pudiera impedir ganarse la vida con un trabajo comun y corriente. Tons?
Pues que una gran mayoría basa su subsistencia en poner su mejor cara de lástima para aproximárse a tí, y pedirte que le des lo que sea "tu sagrada voluntad". Niños limosneros en la calle que bien podrían estar en la escuela o mínimo, trabajando de cerillos en algún supermercado. Jovenes tragafuego ó limpia vidrios que bien podrian ser contratados por una disco para lanzar llamas por la boca ó por un lavadero de coches para ganarse el pan más dignamente. Personas que creén que con una venda alrededor de su pierna, una muleta y un cojéo fingido te pueden convencer de su "incurable enfermedad". Señoras con 5 ó 6 hijos vendiendo pulseritas de tela, todo para que cuando lleguen a su casa el marido amablemente las conmine a "mocharse" so pena de recibir una buena madriza. Hombres con lentes obscuros regalando tarjetitas con su triste historia impresa en ellas y obviamente con la leyenda "coopera y ayuda, Dios te lo regresará mil veces más!" Por supuesto! El rollo religioso siempre ablanda a muchos.
Estoy seguro de que la gran mayoría de los pordioseros en nuestro país tienen las suficientes aptitudes como para conseguir un trabajo que les permita vivir mas dignamente, el problema es que al ver que haciendo "su teatrito" sacan lo suficiente, ni siquiera intentan buscar algo mejor.
Al "apoyar" a esas personas no hacemos más que ayudar a que su presencia en nuestras calles se prolongue por siempre. Si quieres ayudar a alguien, mejor sácalo de la calle y ofrécele un trabajo digno.
Desgraciadamente ésto de querernos hacer guajes con su "teatrito" no solo se dá entre pordioseros y mendígos, sino que, increíblemente, tambien se dá en los más altos circulos empresariales. Que mejor manera de ilustrarlo con la lectura favorita de los Mexicanos, una historieta!
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"PIENSA MAL, Y ACERTARÁS!!!"