El otro día llegué a la casa de ustedes después de un día duro y largo en el trabajo. Tráfico en las calles, gente insensible y agresiva, limpiaparabrisas, tragafuegos y vendedores de chicles en cada esquina, asaltando mi automóvil por todos lados. Filas interminables de coches, semáforos descompuestos y fuera de sincronía, en fin, un verdadero infierno.
Salí del trabajo pensando que mi desempleada y no tan inteligente esposa habría cocinado algo para la cena. Llego a mi edificio, subo trabajosamente las escaleras hasta el quinto piso y rebusco en mis bolsillos hasta encontrar las llaves de la puerta de entrada de mi casa.
¿Y QUE PASA?
Pues que la encuentro allí, sentada en su trasero, viendo la televisión, comiéndose la cena que cocinó SÓLAMENTE PARA ELLA!
Increíble!
Todo el pinche día metida en la casa ¿y no pudo cocinar algo para mi?
Y entonces, como otras veces, me digo para mis adentros una y mil veces
¿¿¿POR QUÉ ME CASÉ CON ESTA HUEVONA INSENSIBLE???
Ah, sí, sí... YA ME ACORDÉ!!!
6 comentarios:
jajajaja, yo también!
jajajajjaa ay fab, muy bueno jajajaja...
jajajajajajaja
POR GUEY... JAJAJAJAJA
MUY BUENA PREGUNTA JAJAJA
Excelente,
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