jueves, 11 de noviembre de 2010

DE NOSOTROS DEPENDE

No soy ningún Psicólogo ni mucho menos, pero conforme pasan los años, no puedo evitar el pensar acerca de cuanto se ha deteriorado nuestra sociedad. No sólo por la violencia que durante los últimos meses se ha apoderado de nuestro país, sino por el estado de la juventud en general.

Recuerdo cuando era chico, mi mayor ilusión era salir a la calle a jugar con mis amigos. Jugábamos fútbol, a las escondidillas, a los cochecitos, andábamos en bicicleta, en fin, las posibilidades eran interminables.  Ahora, y ésto lo vivo en carne propia con mi hija, me doy cuenta de cómo la juventud ya no es la misma.  Ahora los jovenes ya no desean salir tanto como antaño. Ahora pueden chatear en vivo y hasta con video a través de su computadora, pueden enviarse mensajes interminables por su teléfono celular, llamarse unas 10 ó 15 veces al día por teléfono ó de plano sentarse frente al televisor POR HORAS.  Pero claro! Cuando nosotros tenemos algo "importante" que hacer se nos hace muy fácil el dejar que la TV ó la computadora la hagan de niñera por un par de horas.

CRASO ERROR!!!

No sé si se hayan dado cuenta pero la programación de tv, A CUALQUIER HORA DEL DÍA está de dar miedo. A plena luz del día y hasta en la hora de la comida, he visto sexo, groserias (de las heavies), violencia, sangre y muchas otras lindezas que nuestros hijos no tendrían porque verlas.

Pero no le echemos la culpa a nuestros hijos! Como sus padres que somos, la culpa es toda nuestra!

¿Algún día has invitado a tu hijo/hija a que apague su televisión y te acompañe a la playa?
¿Has apagado la computadora para invitarlo/la a que te ayude a preparar la comida?
¿Has dejado tú de hacer tus cosas para acompañarlo/la al parque con sus amigas ó amigos?
¿Algún día han leído juntos algún libro interesante?
¿Algún día te has puesto a jugar Jenga, Turista, ¿Quien? UNO ó cualquier juego de mesa con tu hijo/hija?

Jamás podré enfatizar lo suficiente, la gran importancia que tiene la familia en estos casos.  En nosotros los padres y madres de familia recáe la responsabilidad de hacer que nuestros hijos no se conviertan en unas verdaderas ostras a quienes sólo les agrada estar frente a la TV, al celular ó a la computadora y prefieren comunicarse a través de ellos que en persona.

Tal vez no lo hago tan seguido como debiéra, pero cuando convivo con mi hija son momentos que no cambiaría por nada! Ojalá que todos nos diéramos cuenta de la importancia de convivir con nuestros hijos.




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