viernes, 13 de mayo de 2011

ERIC BIRE

Mi gusto por los animales fue lo que hizo que Eric y yo nos conociéramos.  En aquel entonces, 1995, el buen Eric tenía una veterinaria y tienda de mascotas en el segundo nivel de Plaza Bonita. EBquarium se llamaba. Medicinas, vacunas, perros, gatos, peces, hamsters y de vez en cuando algún animal exótico como víboras ó tarántulas, era la población de su local. Solía visitar su tienda por lo menos una vez a la semana para mantenerme al día sobre sus nuevas adquisciciones.  Conforme pasaron los meses nos dimos cuenta de que sabíamos bastante sobre peces y nos encantaba compartir conocimientos sobre las diferentes especies. Nos fuimos conociendo y encontramos que además de los animales, a ambos nos encantaba pescar, explorar y nadar en cenotes y sobre todo la música. El Rock and Roll. Las pláticas se tornaban mucho más extensas e interesantes cuando nos poníamos a hablar de Led Zeppelin, Yes, Rush, Emerson Lake & Palmer etc.

Viéndolo como una oportunidad de incrementar sus ganancias, Eric mudó su tienda a la planta baja de la misma plaza, donde seguramente y al estar mas a la vista de los paseantes, sus ventas repuntarían. Y así fue, desgraciadamente a la par del aumento en las ganancias, vino también el aumento a la renta, razón por la cual el gozo se fue al pozo y decidió que su estancia en Plaza Bonita no iba a durar mucho tiempo.

La amistad entre nosotros creció a tal punto que hasta nuestras respectivas parejas convivían también, aún cuando nació nuestra hija Ivana, ellos la recibieron como si fuera propia. 
                 Eric, su hijo Japhlet, la pequeña Ivana y mi ex.

Primero vivieron en Bonfil, después, como buen amante de la naturaleza, se compró un terreno en la salida de la carretera a Mérida. Una vida tranquila, lejos del mundanal ruido y con lo elemental para vivir bien, un techo, un pozo, una fosa séptica y un radio era todo lo que Eric necesitaba para estar feliz.  Cuando Eric nos invitaba a su rancho, mi ex y yo sabíamos que iba para largo.  Las viejas por su lado tequileando y cuchicheando, y Eric, Ivana y yo prendiendo la fogata, escuchando música, echando plática y trago y realmente apreciando los momentos de silencio y tranquilidad que sólo se pueden dar cuando se está en medio de la selva. Mi hija Ivana solía pasar esas noches en vela haciéndonos compañía y descubriendo algo nuevo en cada rincón. La luna, las estrellas, las llamas de la fogata y el asar las carnes y salchichas hasta el punto exacto, eran nuestra máxima diversión. Las 4 y 5 de la mañana llegaban rapidísimo conviviendo con Eric y Malu. Era difícil decirles adiós.

Cuando Cancún le empezó a parecer demasiado cosmopolita, Eric decidió mudarse a un lugar más tranquilo, siempre buscando el seguir en contacto con la naturaleza.
                       El buen Eric gozando de la buena vida
                       siempre en contacto con la naturaleza

Tulúm fue su siguiente hogar. Estaba feliz! Tenia su pequeña cabaña con un terrenito contiguo donde acondicionó varias tiendas de campaña las cuales rentaba a hippies y mochileros. No les faltaban clientes. Previendo para el futuro, Eric empezó junto con Malú, a construir la casa de sus sueños. Un lugar que les permitiera vivir en el paraiso pero ahora sí, con todo lo necesario para vivir bien. Aire acondicionado, refrigerador, cocina bien puesta, baños con mosaicos y decorado con conchitas y caracoles de mar. Y claro, una veterinaria y tienda de animales en la planta baja.

Fue ahí donde Eric y Malú conocieron a mi novia Charo y donde despues de varios años, se reencontraron con mi mamá, quien por su avanzada enfermedad, no dejaba de preguntarles sus nombres cada 5 minutos. Eric y Malú pacientemente lo repetían cuantas veces fuera necesario. La fogata, la música, la plática y la comida nuevamente eran las invitadas especiales. Y como todas las veces que convivíamos, siempre, el decir adiós era lo que más costaba trabajo.

Ahora, mi estimado amigo, viéndote postrado en esa cama con el rostro hinchado y amoratado y con tubos conectados por doquier, ME NIEGO ROTUNDAMENTE A DECIRTE ADIÓS. 

LUCHA, CABRÓN!!!  LUCHA!!!

LA FOGATA ESTÁ PRENDIDA.
LA CARNE ESTÁ EN SU PUNTO.
LA LUNA Y LAS ESTRELLAS RESPLANDECEN.
EL ROCK SUENA.
SÓLO FALTAS TU, MI HERMANO!!!

LUCHA, MI ERIC!!!
LUCHA, POR FAVOR!!!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Lo siento mucho. Eric está viviendo una nueva vida, ese es nuestro consuelo.